domingo, 7 de noviembre de 2010

Los "Silenciadores"

Acallar como sea y para siempre a quienes se acercan demasiado a la verdad. Esa sería la misión de los ' hombres de negro' unos escurridizos individuos que atemorizan a los ufólogos y que Hollywood ha convertido en héroes 

Son esquivos, expeditivos e implacables. Hay quien mantiene que trabajan para agencias gubernamentales; otros aseguran que forman parte de una avanzadilla extraterrestre; y algunos sospechan que son el brazo ejecutor de un gobierno en la sombra que rige los destinos de la humanidad desde un pasado remoto. Pero nadie lo sabe a ciencia cierta: todo son especulaciones. Los hombres de negro están entre nosotros. No son producto de la imaginación de un guionista cinematográfico. Al menos, eso es lo que cree buena parte de los ufólogos norteamericanos -y algunos españoles- desde que estos enigmáticos personajes silenciaron, hace cuarenta años, a ALBERT K. BENDER, director del Buró Internacional sobre Platillos Volantes (ISFB).
Copyright 1997 Fernando G. BatistaA pesar de su pomposo nombre, el grupo de Bender era uno más de los que comenzaban a proliferar en Estados Unidos a principios de los años 50, una organización cuyos miembros ansiaban el contacto físico con los tripulantes de los ovnis, «siempre y cuando ellos decidieran aterrizar en son de paz» [Sheaffer, 1981], y cuyo boletín necesitaba un golpe de efecto para hacerse un hueco en un disputado mercado. Así que Bender anunció en abril de 1953 que la siguiente entrega de la revista contendría importantes revelaciones sobre el origen de los platillos volantes. Sin embargo, cuando Space Review llegó a manos de los aficionados, no hubo ninguna información sorprendente. Y, para colmo de males, la revista desapareció seis meses después, tras advertir en sus páginas: «El misterio de los platillos volantes ya no es un misterio. Se conoce su origen, pero la información ha sido retenida por órdenes procedentes de instancias superiores... Aconsejamos a todos los que están comprometidos en trabajos relacionados con los platillos que, por favor, sean muy cautos» [Sheaffer, 1981]. Los rumores se apoderaron entonces de la comunidad ufológica. Según sus más cercanos competidores, Space Review había echado la persiana por razones económicas: la revista había perdido el apoyo inicial de una importante editorial y las instancias superiores sólo existían en la imaginación de Bender, que enmascaraba así su fracaso. El director del ISFB dio, sin embargo, su propia versión de los hechos. «Conozco el secreto de los discos», aseguró a sus más inmediatos colaboradores, antes de añadir que no podía revelarlo porque así se lo habían ordenado, bajo amenaza de muerte, tres misteriosos hombres vestidos de negro. Un año más tarde, el investigador JAMES MOSELEY fue también silenciado tras anunciar en Saucer News, su boletín, la publicación de «pruebas documentales irrefutables» sobre los ovnis [Sheaffer, 1981]. Y, a partir de ese momento, los MIB -del inglés men in black- empezaron a intimidar a ufólogos y testigos de apariciones de platillos volantes.
 Muertos en el armario
Las descripciones de los silenciadores y sus métodos responden desde entonces a un mismo patrón Misteriosos individuos que viajan en grupos de tres a bordo de lujosos coches o helicópteros negros y se presentan ante sus víctimas cuando están solas. De mediana estatura y piel bronceada, visten traje, corbata y sombrero de riguroso luto -todo pasado de moda, pero impecable-, ocultan sus ojos tras gafas del mismo color -cuando no lo hacen, éstos son rasgados- y se identifican como agentes del Gobierno estadounidense. Tras dejar bien claro que están al corriente del trabajo de su interlocutor y de las pruebas que obran en su poder, le recomiendan que les entregue cualquier material comprometedor y que calle para siempre. Si no, su vida corre peligro. Esta amenaza, según algunos ufólogos, se ha hecho realidad en más de una ocasión.
El astrónomo MORRIS K. JESSUP habría sido una de las primeras víctimas de los hombres de negro. Autor de varios libros sobre ovnis, apareció asfixiado al volante de su automóvil el 20 de abril de 1959. Aunque la investigación oficial concluyó que se había quitado la vida -una manguera conectaba el tubo de escape con el interior del habitáculo-, muchos seguidores de los platillos volantes consideran que lo eliminaron los MIB, como al periodista FRANK EDWARDS, que falleció el 23 de junio de 1967, o al capitán EDWARD RUPPELT, que había sido director de uno de los proyectos secretos de investigación ovni de las Fuerzas Aéreas de EE UU. Pero en estos casos, y en otros similares, la evidencia brilla por su ausencia.
Edwards, por ejemplo, falleció por causas naturales, al igual que el investigador brasileño OLAVO T. FONTES y el capitán Ruppelt, quienes murieron de cáncer. Respecto a Jessup, el veterano ufólogo JEROME CLARK ha reiterado recientemente en Fortean Times -una de las más importantes revistas esotéricas- que, «como todos los que le conocieron han contado a quienes creen otra cosa, se suicidó por razones personales que nada tenían que ver con sus intereses ufológicos» [Clarke, 1997]. Los MIB, por lo tanto, no cuentan con más muertos en sus armarios que los colocados por los ufólogos. Y parece que tampoco son muy efectivos como silenciadores.
Secretos a voces
Basta recordar que Bender, su primer objetivo, no tuvo ningún inconveniente en contar su aterradora experiencia a GRAY BARKER para que la divulgara a los cuatro vientos en su libro They knew too much about flying saucers, publicado sólo tres años después de la amenazadora visita de los hombres de negro. Además, el propio Bender escribió en 1962 Flying saucers and the three men, una obra en la que mantiene que los siniestros personajes son extraterrestres. No ha sido el único que se ha burlado de las amenazas de los MIB.
James Moseley no sólo no se retiró de la circulación, sino que todavía sigue en la brecha. Continuó al frente de Saucer News hasta 1968 y, desde entonces, ha alumbrado diversos boletines: Saucer Cruise, Saucer Booze, Saucer Jews... En la actualidad, dirige Saucer Smear, una publicación accesible a través de Internet. «Si el supuesto 'silencio' de Moseley es una muestra de la eficacia de los 'hombres de negro', entonces podemos respirar tranquilos», sentencia el escéptico ROBERT SHEAFFER, autor de Veredicto ovni [Sheaffer, 1981].
Pero nada de esto importa a los negociantes de lo paranormal. El argentino FABIO ZERPA, que en los años 70 se ganaba la vida con un espectáculo ovni que escenificaba en cines de Latinoamérica y España, mantiene que los MIB «pertenecen a una gigantesca organización no sólo de origen terrestre, sino también extraterrestre, y poseen bases a lo largo y ancho del planeta» [Zerpa, 1979]. La finalidad de los hombres de negro, afirma, es evitar que el ser humano acceda al conocimiento oculto. Vamos, que son como el fumador de Expediente X, el personaje que hace la vida imposible a Mulder y Scully. Pero, por lo visto, bastante más torpes.

Hombres de Negro



Los Hombres de Negro (del inglés Men in Black, MIB) serían, según la tradición contemporánea más popular y la especulación de algunos grupos creyentes en el fenómeno extraterrestre, presuntos agentes secretos gubernamentales o extragubernamentales encargados de ayudar a ocultar una hipotética presencia extraterrestre en la Tierra. A veces se da a entender que los extraterrestres pueden ser ellos mismos. El término también se utiliza para describir a misteriosos hombres que trabajan para organizaciones desconocidas, así como a las distintas ramas del gobierno estadounidense, supuestamente con el objetivo de proteger secretos de estado o realizar otras actividades extrañas. El término en sí es genérico, que se utiliza para referirse a cualquier individuo con una conducta extraña, amenazadora o poco común, cuya aparición en escena puede estar vinculado en cierto modo, con un avistamiento Ovni.
El investigador Bill Moore cree que los Hombres de Negro forman parte de la muy real Oficina de Investigaciones Especiales de la Fuerza Aérea (la AFOSI), un departamento de seguridad interno de EEUU constituido en 1948 y estandarizado después al FBI para investigar las actividades criminales dentro del seno de la Fuerza Aérea y sus contratistas de armas. Puesto que una de las misiones de la AFOSI es la de proteger la tecnología, los programas y al personal sobre una crisis global de "amenazas externas".

Presuntas características y función

Los Hombres de Negro tendrían como función confundir o amedrentar a investigadores y testigos de OVNIs y visitantes extraterrestres, además de confiscar supuestas evidencias de presencia alienígena, con el propósito de preservar del conocimiento público las visitas de extraterrestres a nuestro planeta.

Cómo son

Los detalles concernientes a estos personajes varían, pero algunas de las descripciones más comunes son:
  • Visten impecables trajes negros.
  • Viajan en automóviles del mismo color, predominando los modelos antiguos de Cadillac.
  • Su tez es oscura, o bien muy pálida, siendo sus rasgos faciales vagamente orientales. Voz atiplada, o de resonancia metálica.
  • Modales corteses pero amenazantes.

También se han descrito casos de comunicación telepática, sensación de vivencia onírica y otros sucesos desconcertantes.

Conducta

Los hombres de negro parecen poseer mucha información sobre las personas con las que se ponen en contacto, dando a entender que la gente con la que contactan ha sido objeto de un seguimiento exhaustivo durante un largo período de tiempo. Curiosamente, se dice que no están familiarizados con utensilios comunes en la vida diaria como podrían ser bolígrafos y cubiertos. A pesar de la homogénea apariencia externa que presentan, el comportamiento social puede variar considerablemente entre uno y otro hombre de negro. Normalmente, su modus operandi pasa por simular ser agentes que buscan información acerca de los fenómenos paranormales que hayan podido ver las personas a las que entrevistan. Según el folclore del fenómeno OVNI y las ideas más extendidas sobre los hombres de negro, éstos usan instrumentos especializados para borrar la memoria de los sujetos con los que hablan, con el objetivo conjunto de eliminar de la mente de los sujetos la vivencia de fenómenos paranormales. En ocasiones pueden llegar a ser muy distantes y reservados. También parece que están tratando de "suprimir" la información, por ejemplo, tratando de convencer a su sujeto de que el fenómeno nunca ha existido.

Historia

Quizá la primera vez que se mencionó a los hombres de negro fue en septiembre de 1953. Albert K. Bender, presidente de la International Flying Saucer Bureau (IFSB), anunció haber descubierto la verdad sobre los OVNIs, y que la publicaría en el siguiente número de su revista. Este ejemplar jamás fue publicado, ya que Bender supuestamente recibió la visita de tres hombres que confirmaron sus suposiciones pero le prohibieron revelarla. A lo largo de los años, Bender ha ido revelando detalles sobre este encuentro y sobre sus descubrimientos.
Otro episodio célebre es el del dr. Herbert Hopkins, de Maine, que en 1976 recibió la visita de otro de éstos personajes, calvo, sin cejas ni pestañas, de piel pálida y labios pintados, que hizo desaparecer unas monedas y se despidió con la frase "Mi energía se está agotando, debo irme". También se dice que han sido vistos en el hecho del mito Polybius.

Opiniones

La opinión más extendida, incluso entre los defensores del fenómeno OVNI, es que los Hombres de Negro son un elemento puramente folclórico dentro de la ufología, fruto de la influencia mediática, la imaginación colectiva y la autosugestión, aunque hay estudiosos que opinan que debe haber cierto elemento real en el tema, debido a casos de extorsión y amenaza ocurridos a investigadores, por ejemplo, el de Albert K. Bender.
Una posible explicación es que el mito surgiera a raíz de la vestimenta de colores oscuros que utilizan muchos agentes de la CIA, el FBI y el Servicio Secreto.

Cultura popular

Los comics de los Hombres de negro es probablemente el principal referente sobre el tema en ficción. Cabe destacar que en el comic original los hombres de negro no solo combatían extraterrestres sino también demonios, mutantes como los X-Men, etc., además eran los verdaderos gobernantes del mundo y podían utilizar métodos más oscuros para preservar el secreto -como el asesinato de testigos-. Las películas basadas en el comics difieren que se concentran solo en extraterrestres, los hombres de negro son una agencia del gobierno (y no el gobierno per se) y utilizan métodos más benévolos (como borrar la mente) para mantener el secretismo.
Sin embargo otras series han hecho uso de la imagen y mitología de los hombres de negro, quienes aparecen por ejemplo en la serie de ciencia ficción/terror X-Files, así como los Observadores en la serie Fringe. Los hombres de negro también parecen ser los inspiradores de los Vigilantes en la película Dark City y del Agente Smith y sus pares en la saga de The Matrix.









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