domingo, 31 de octubre de 2010

Vida extraterrestre Preguntas y argumentos

Hay muchas preguntas acerca de cómo puede ser la vida extraterrestre, para las que la ciencia todavía no tiene respuesta, como por ejemplo:
  • ¿Podrían no estar basadas en el carbono? (por ejemplo, ¿estar basadas en el silicio?).
  • ¿Cuál es la probabilidad de que la vida evolucione, y hasta qué nivel de complejidad (unicelular, pluricelular, inteligente, tecnológicamente avanzada)?.
  • ¿Qué condiciones requiere la evolución de la vida?.
Los detractores de la idea de que pueda existir vida extraterrestre indican que no es científico hipotetizar sobre hechos no conocidos o probados, tales como formas de vida que no se basen en el carbono, ecosistemas avanzados que no sean ricos en oxígeno, o planetas con biosferas significativamente distintas a la de la propia Tierra (temperatura media, tipo de estrella que orbitan, satélites, geología, etc.).

Principio de mediocridad

 

Debido a que el único ejemplo de vida que conocemos en el universo es la vida en el planeta Tierra, los que se interesan en el tema siguiendo un enfoque racional suelen seguir el principio científico de mediocridad, al afirmar que la vida en el planeta Tierra no es un caso especial, y por lo tanto la vida como la conocemos puede ser considerada un ejemplo típico de lo que la vida sería en todas partes. Esta presunción es relevante, pues determina fuertemente las acciones que emprenden los que buscan probar científicamente la existencia de la vida fuera de la Tierra. Dicho principio de mediocridad, pese a su estatuto de conjetura, permite aventurar algunas predicciones sobre los posibles atributos de la vida extraterrestre. En particular, se admite que existen atributos universales de la vida, por ejemplo, se acepta que la evolución darwiniana es universalmente válida, y que toda potencial criatura viviente debería sus características a un proceso de selección natural, tanto en la Tierra como en cualquier otro lugar del universo.
Existen otros atributos o características cuasi-universales en las especies que, al repetirse sucesivamente de diferentes formas en diferentes especies en la biosfera terrestre —un proceso caracterizado como evolución convergente—, se consideran como altamente probables en una hipotética biósfera alienígena. Entre estas características cabe destacar la aparición de los sentidos, las extremidades adaptadas para diferentes medios, y muy probablemente la fotosíntesis cuando hablemos del reino vegetal.
En este sentido, existe una gran diversidad de formas que podría adoptar la vida extraterrestre. Existen otros atributos más particulares que muchas veces se dan por sentados, pero que según los expertos no lo serían, ya que no responden mejor que otros a una necesidad evolutiva, y no se dan en todas las especies presentes en un mismo hábitat, por lo cual éstos pueden variar o no existir, como por ejemplo órganos como la mano humana, o una posición de ojos, nariz y boca similares a la humana. También hay otros atributos, entre ellos por ejemplo el esqueleto, que aunque se consideran una necesidad para criaturas de cierta talla, podrían ser muy diferentes a lo que conocemos. Así por ejemplo la columna vertebral sería una invención terrestre, ya que no se presenta en todos los organismos del planeta Tierra.
Los detractores de esta hipótesis de la evolución convergente indican que para que ésta exista deben darse, entre otros factores, condiciones medioambientales muy similares que por estadística es muy difícil que ocurran, pues que no se conoce la existencia de planetas con biosferas significativamente similares a la de la Tierra.
En contraposición al principio de mediocridad, existen los que afirman que la vida en la Tierra no es un caso mediocre, y que las condiciones necesarias para su aparición son tan únicas y particulares, que bien puede ser posible que existan muy pocas, o incluso sólo un planeta con vida en el universo: la Tierra.
Los defensores de esta hipótesis alegan que la vida en la Tierra, y en particular la vida humana, parece depender de una larga y extremadamente afortunada cadena de eventos y circunstancias, que bien podrían ser irrepetibles incluso en la escala cósmica. Por ejemplo, se menciona con regularidad que sin una Luna tan grande como la que tiene la Tierra, el planeta tendería a presentar una precesión mucho más importante, cambiando drásticamente de inclinación en su rotación, y afectando así de manera caótica el clima y, muy posiblemente, imposibilitando la vida como la conocemos.
Se mencionan también otras aparentes casualidades afortunadas, como el hecho de que el Sol esté en un lugar de la Vía Láctea relativamente libre de supernovas, en contraposición al centro galáctico, o que el Sol es del tamaño justo para dar energía suficiente, y durar lo suficiente, como para que la vida haya aparecido.
Otra positiva casualidad para la vida en la Tierra es la existencia de un planeta del tamaño de Júpiter, como apuntan los autores del libro Rare Earth, en una órbita estable, casi circular, y a la distancia suficiente de la Tierra para atrapar numerosos cometas y asteroides que, de otro modo, terminarían impactando con el planeta, arruinando todo tipo de vida incipiente. Ésas entre muchas otras casualidades, separadamente pueden parecer triviales, pero juntas convierten a la Tierra en un lugar cósmicamente especial.
Sin embargo desde fines del siglo XX, y producto de nuevos descubrimientos, tales como la existencia de moléculas orgánicas en el espacio, la existencia de un océano de agua líquida en Europa, o el demostrado hecho de que los planetas extrasolares son relativamente comunes, y de que por tanto algunos de ellos podrían presentar condiciones factibles para la vida, han hecho esta hipótesis ya no sea compartida por buena parte de la comunidad científica.

Otras teorías

Panspermia es la teoría que sostiene que la vida en la Tierra proviene del espacio, especulando que la vida llegó de otros cuerpos celestes (quizás de planetas extrasolares) en forma de esporas, viajando en meteoros y polvo cósmico que serían arrojados al espacio por choques meteóricos. Existe una variante de esta teoría, que afirma que la vida es estrictamente originaria del Sistema Solar, pero que sí se difundió a la Tierra (o incluso, desde la Tierra hacia otros cuerpos) a través del mecanismo de esporas en meteoros, a esta teoría se le llama Transpermia.
La especulación sobre las posibles formas de vida extraterrestres, especialmente las inteligentes, así como sus posibles civilizaciones y relaciones con los seres humanos han sido y son tratadas también por la Ciencia ficción y la Ufología.

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